Capitana de mi encierro - Jésica Szyszlican

Ilustrado por Iara Mailén Szyszlican

Descubrir, 118 páginas, 2024

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Capitana de mi encierro cuenta el momento en el que se interrumpió el tiempo. En plena pandemia, mientras las redes y las comunicaciones virtuales nos agotaban, el mundo, siendo solamente mundo, se volvió extraño. La poesía fue una manera de nombrarse o nombrar el pasado, la realidad, la propia historia. Palabras suspendidas como lágrimas a punto de caer. Poemas como islas en las que refugiarse, y entonces el deseo, que asoma duplicado: “desnudas nos observamos / nos repetimos feroces sobre el vacío”.

Virginia Janza

Escribir poesía es un ejercicio de atención, de escucha consciente, de observación más allá de la superficie de las cosas. Es ese rumor que surge, que se gesta, en la intimidad del habla, como señala Bellessi. Lo común y lo cotidiano cobran aquí relevancia porque lo que se expande es la mirada. Como restos luminosos de un naufragio, los poemas de Jésica Szyszlican emergen como pequeños destellos, como íntimas celebraciones de que la palabra sigue siendo esa red que sostiene.

Washington Atencio

*

hay una guerra
un enemigo invisible    afuera
adentro el hogar                             es la patria
la patria no perdona                       a los traidores
ni siquiera ante la calentura           o la soledad

estalló una bomba entre nosotras
en el grupo de whatsapp     lincharon a una amiga
       con palabras de piedra

irresponsabilidad
egoísmo
muertos

por su deseo    que no se queda quieto
por su tristeza

salió del grupo
salió del grupo
salió del grupo

hubo bajas      abandonos
sigo acá detenida
miro lo que quedó       después de la batalla
elijo escuchar             ser un mínimo resto
                       de red que sostiene

me niego a ser
la policía de mis amigas

*

me choco en la entrada con la vecina
la de los nenes         la de la ventana        la de la caja
                                                           terraza y fuego
         ya no sé cómo llamarla
no sé si es siempre la misma
yo vuelvo       ella sale
                       está sola       cosa rara
nos atropellamos con frases cortas
como burbujitas de saliva
escupidas sin querer sobre el abrigo de la otra
         pum pum pum pum
midiendo nuestras bocas invisibles
es que vino mi mamá a ayudarme
ya no podía más así
sola               con los chicos


me gustaría meterme en ese intervalo
mínimo y secreto
que deja entre sus hijos
y la soledad

*

¿qué es lo peor que me pasó?
que me ocupen el barco
         mi barco
capitaneado por otra persona
no saber a dónde lo llevan
se mueven       suben anclas    izan las velas
dan órdenes
todos quieren seguir
         las instrucciones
en mi nombre            algún juego 
         haciéndose masa
ocupan el barco
avanzan y el mar de pronto
no me pertenece
borrasca oscura
         lo peor es que los dejo
me hago mínima         tenue de espanto
que todo siga la marea
y que termine rápido
me agarro del mástil
me abandono             el deseo al fondo
justo debajo               hundiéndose 
         barco tomado

hoy intento decir
capitana nunca abandona
             barco recuperado
de tantas voces agarrando sus timones   infinitos vientos 
entrecruzados traen sonidos
batallas viejas              confunden los rumbos

Jésica Szyszlican