corasangre está atravesado por una enfermedad única, una pasión que lo invade y diluye su ser; agota su conciencia en el cuerpo, volviéndose piel pura; esconde el pensamiento, la opinión y la pregunta en el presente vivo, bloqueando todo lo demás. Como un cuenco de barro en música, el autor desgrana voces que son palabras, que son viento, y el amor le ruge y lo desborda, fantástico real: pero dónde cabe la magia si todo se explica/ "dejate caer" me digo/ que te dejes caer.
Axel Levin
Como un tonto trapecista sabio que pende, oscila, se hamaca entre el poeta y su voz, danzando en el aire sobre la grieta de la realidad, corasangre me lleva y yo me dejo hamacar bien alto y fuerte. El viento despeja la cara, acaricia. Nada puede lastimarme en este fluir de los poemas. corasangre enamora y me convence de que con el amor alcanza. Atravieso las tres partes del libro desde lo caliente y agitado hasta la reflexión del yo poético y la poesía. Todo el recorrido es por dentro, del amor, del corazón, del pensamiento.
Eugenia Coiro
*
Maradentro
haceme agua la boca
sé mi frutacarne
tronemos
camabarranco
te despeño
te inundo
flotamos calientes
en este maradentro nuestro
llenémonos de peces carnívoros
de barcos haciendo surco a la mar
seamos pulpos
brazos y piernas constrictoras
asidos
apretados
deshechos
sirenosauria bestia mía
desatada
sos caballadas salvajes
y yo la tierra que levantás de cuajo
de mi piel llueven telas
de la tuya brotan jardines
sirenaporno
mi faro
diosa marina
vestite de árbol
dejame quemarte como un rayo
que queden del placer
hojas nevando
un paisaje de brumas
eléctrico
mi bellabestia
corasangre
princesa infernal
abrí mi pecho
devorá tu premio
16
sé mi sed
sé mi agua
sabrás acercarte a mí
cuerpo hecho brasa
usaremos más el instinto
arderemos hasta el día
y nos daremos cuenta:
donde hubo cenizas
queda el fuego
Nicolás Pazos