Con la búsqueda de la verdad como objetivo constante, el autor retrata lo que ve y sufre a lo largo de su vida, experiencias que lo llevan a asociar casi siempre al ser humano con emociones negativas como la violencia, el engaño, la injusticia, el dolor, las relaciones difíciles, el cansancio, la futilidad y el malestar que lo acompañan:
La mano de Caín vuelve a matar
lleva el vivo resplandor de un puñal
para engendrar odio en la sangre:
es como un paño rojo en la arena
y su hermano como una flor en el asfalto.
Entre los acontecimiento negativos que nos rodean, Carnevale denuncia la pobreza, el hambre, las guerras y la destrucción provocada por la mano humana. El poeta quiere transmitir su malestar frente a lo que ocurre, para que el lector se dé cuenta y medite a su vez sobre el ser humano, su naturaleza y su brutalidad; en otras palabras, en la línea de Sartre, escribe para que nadie pueda ignorar lo que acontece a su alrededor.
Sin embargo, desde la perspectiva vital del autor, en cada poema de Carnevale queda patente el anhelo de paz, libertad y amor, a veces transcrito de forma explícita, en ocasiones aludidom y a menudo evocaco por el eterno sufrimiento debido a la ausencia de la serenidad añorada.
Marina Bianchi
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